“La Orquestación es el Arte de componer con timbres”. Esta frase de Alan Belkin (extraída de su libro “Orquestación Artística”), resume de forma concisa, el fin real de la Orquestación.
Sobre la Instrumentación
Pero para abordar esta rama de la música, es necesaria una instrucción sólida sobre la fase anterior a ésta, la Instrumentación.
La Instrumentación es el estudio de las características y posibilidades técnicas de los diferentes instrumentos, del ámbito de la Orquesta Sinfónica, como así también de otros tipos de agrupaciones instrumentales, como Banda Sinfónica, Conjuntos de Cámara, etc.
Nota: Si te has suscrito al Blog, seguramente ya has podido introducirte en este campo, a través de la Guía de Instrumentación que te he obsequiado.
Sobre la Orquestación
Para lograr una (aceptable) destreza al componer tímbricamente (o mediante los timbres), se necesita una combinación de varios elementos, que irán conformando, poco a poco, el bagaje necesario para pasar a la práctica.
En primer lugar, la escucha. Escuchar obras de los grandes maestros, es el paso inicial, casi como un “deber”. Esto alimentará nuestra memoria auditiva.
El paso siguiente, sería escuchar esas obras, siguiendo su partitura original. Será la fase de relacionar lo oído, con su disposición en la partitura. El complemento gramatical, consolidará lo adquirido con el trabajo auditivo.
En la práctica
Para iniciar un trabajo orquestal, se ha de partir de la esencia misma de la composición original. Es decir, de tu composición.
Si tienes en mente, “orquestar” tu idea musical, debes ser consciente de los medios que dispondrás para tal fin. Es decir, para que instrumentos irá destinada.
Esto es clave para aventurarse en la combinación de los diferentes timbres de las familias de instrumentos.
Una combinación tímbrica poco eficaz, puede desdibujar por completo el objetivo de tu idea musical.
A pesar del gran desafío que implica la enseñanza de la Orquestación (por su obvia dificultad implícita), existen ciertos caminos que pueden ayudarnos a “familiarizarnos” con las diversas combinaciones tímbricas.
En este aspecto, el contacto con un entorno real, es decir, una Orquesta, es el marco idóneo. Sin discusión.
Pero está claro que se trata de un recurso al alcance de pocos.
Hoy por hoy, la tecnología nos brinda la posibilidad de acercarnos a estos recursos, a partir de resultados, en algunos casos, increíblemente reales.
A pesar de que nunca superará el entorno real (al menos de momento), está claro que se presenta como un válido recurso para adiestrarse, en lo que a combinaciones tímbricas se refiere.
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